casa Batlló
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demasiadas miradas
para unos días que habían de ser extraordinarios,
demasiados reflejos para unos días que tenían que servir para cargar la mochila
de ternura, abrazos, nuevas amistades y cariño.
mi parte emotiva quedó satisfecha,
mejor no me lo podría haber imaginado,
tanto que a veces pienso que soy muy afortunada
y soy muy afortunada
de tener a mi alrededor personas que me estiman y que me lo demuestran.
gracias a los que estos días habéis estado conmigo.
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todos los abrazos, los quereres, las complicidades ...
las he traído en el alma.
la mochila se quedó allí en manos de miradas que no me gustan,
en manos de reflejos que no debieran de existir.
Gracias amiga por estar conmigo en un momento de angustia y nerviosismo.
T'estimo, ens veurem.
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